tag:blogger.com,1999:blog-32660189584732594562024-03-19T00:46:05.883-07:00LiteralianaAna Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-3266018958473259456.post-32507442802799948482018-01-31T16:31:00.000-08:002019-05-28T14:02:25.330-07:00El español medio y las actividades culturales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwKB4YTCqqHX3YjpAepxJ-ZIY9_Eu2pKxgA_6xkKGjMngUYja7Le1vWiBwxsEarUaI4egjkMsrCNJpwQ-ahWrrP5Dvz_px3qLD5_0i3-iSUnZt0fGvZplm0NMadJEuejWnBcH-eT9yKvny/s1600/el+espa%25C3%25B1ol+medio++y+as+actividades+culturales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="103" data-original-width="184" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwKB4YTCqqHX3YjpAepxJ-ZIY9_Eu2pKxgA_6xkKGjMngUYja7Le1vWiBwxsEarUaI4egjkMsrCNJpwQ-ahWrrP5Dvz_px3qLD5_0i3-iSUnZt0fGvZplm0NMadJEuejWnBcH-eT9yKvny/s320/el+espa%25C3%25B1ol+medio++y+as+actividades+culturales.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt; mso-outline-level: 1;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt; mso-outline-level: 1;">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Los gastos del español
medio en servicios y bienes culturales.</span></i></b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><a href="https://www.editanet.com/">Ana Alejandre</a></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br />
El lector medio es aquel que, según las estadísticas, lee algún que otro libro
al año, o al menos lo compra, pero que los datos que ofrece el Instituto
Nacional de Estadística al respecto, en la “Encuesta de Presupuestos
Familiares”, en relación con el año 2016, es bastante desalentador en cuanto a
la compra de libros.<br />
<br />
Teniendo en cuenta que los gastos para asistir al cine o teatro fue para todas
las familias españolas en dicho año de 1.751 millones de euros, lo que supone
una media de 94,9 euros gastados por cada hogar. Este gasto supone la categoría
en la que las familias españolas gastaron más, pues cada persona gasto 38,1
euros para asistir a dichos espectáculos.<br />
<br />
Sin embargo, el gasto medio por hogar en la categoría de novelas y libros
infantiles, según dicha encuesta, es de 52 euros, y el gasto medio por persona
en dicho concepto se reduce a 20 euros, lo cual es bastante significativo del
nulo interés que tienen la mayoría de las personas por la lectura. El gasto
total de los hogares españoles es de 960,6 millones de euros por dicho
concepto, casi la mitad de los 1.751 millones de euros pagados para asistir al
cine y el teatro. Demoledora cifra en cuanto se refiere a la lectura.<br />
<br />
Los libros de no ficción también son analizados en dicha encuesta, y dicho
concepto generó un gasto de 157 millones de euros para todos los hogares, y un total
de 8,52 euros de gasto medio por hogar y 3,4 euros por persona. Todo un
capital. Los museos, bibliotecas y parques zoológicos generaron un gasto global
de 175,6 millones de euros, con un total de 9,5 euros de gasto medio por hogar
y 3,8 euros de gasto medio por persona. Es decir lo cultural que no sea un
espectáculo audiovisual tiene poca atracción para la mayoría de los españoles.<br />
<br />
En cuanto a los periódicos supusieron un gasto total de los hogares de 657,8
millones de euros, 35,6 euros de gasto medio por hogar y 14,3 euros de gasto
medio por persona. Teniendo en cuenta que los periódicos salen publicados los
365 días del año, y tienen una media de precio de 1,50 euros, se puede deducir
fácilmente que cada español ha comprado el periódico, y se supone que leído,
9,53 días de los 365 del año (naturalmente, habrá unos pocos que lo lean
diariamente y una inmensa mayoría que no lo lea nunca). Leer supone un esfuerzo
excesivo para la inmensa mayoría, mucho más que ir diariamente a un gimnasio
para ponerse cachas, para estar horas pegados al ordenador, o hablando por el
móvil.<br />
<br />
El gasto global en revistas sumó en dicho año 2016, 191,6 millones de euros, lo
que supone un gasto por hogar de 10,3 euros y 4,1 euros por persona. Hay que
tener en cuenta que las revistas que más se venden son las llamadas “del
corazón” y el resto tienen una significación mínima en esa partida de gastos de
los hogares españoles.<br />
<br />
En cuanto a los gastos relacionados con otros servicios culturales como son los
canales privados de televisión o alquiler de equipos, el gasto medio por hogar
supuso 15,5 euros y un gasto medio por persona de 6,2 euros.<br />
<br />
En cuanto a los libros de textos, el gasto global alcanzó los 1.113 millones de
euros, con un gasto medio por hogar de 60,3 euros y el gasto medio por persona
de 24,2 euros. Hay que tener en cuenta que estos gastos son obligatorios para
las familias con hijos escolarizados. No es un gasto que dependa de la voluntad
de quien lo sufraga.<br />
<br />
Pero donde nos paramos en gastos los españoles es en la partida de juegos de
azar, ahí no hay crisis que valga. En el año pasado, los hogares españoles se
gastaron 2.789,6 millones de euros. El gasto medio por hogar, por tanto, es de
151,2 euros y el de cada persona es de 60,3 euros. Es decir tres veces más de lo
que gasta el ciudadano medio al año en la compra de libros y es que los libros
son tan caros…<br />
<br />
Claro, la explicación como dan muchos de su baja compra de libros es porque son
muy caros, siempre es algo ajeno al deseo o interés lector –que siempre es
bastante escaso, aunque nunca reconocido-, lo que les prohíbe gastar en libros.
Se hace culpable a los respectivos Gobiernos por la falta de apoyo a la
difusión de campañas para aumentar el hábito lector. No existen campañas para
promocionar el gusto por el fútbol, por los móviles, por los videojuegos, por
internet y un largo etcétera, y son comprados y consumidos mayoritariamente.<br />
<br />
Aunque nadie se para a pensar que ningún Gobierno subvenciona ni ayuda a pagar
las entradas a los espectáculos deportivos como es el futbol, por ejemplo, y
los estadios están llenos. Los hinchas de un equipo lo sigue hasta el fin del
mundo, gastando enormes cantidades en el viaje, estancia, complementos, etc.,
además del precio de la correspondiente entrada. Nadie se queja del precio exorbitante
que llegan a pagar por dichas localidades. Nadie le echa la culpa a ningún
Gobierno por dicha carestía. Porque todos saben, sabemos, que aquello que gusta
es lo que se busca compulsivamente y se paga a cualquier precio. Nadie les ha
tenido que explicar las delicias del futbol, ni empujar a un estadio. Lo hace
quien quiere porque le gusta y porque prefiere gastarse su dinero en esa
actividad lúdica que le apasiona, sin importar cuantos sacrificios tenga que
hacer para satisfacerla. Sin más echarle la culpa a nadie de sus gastos
excesivos en dicha afición.<br />
<br />
Mientras las bibliotecas están desiertas, o con poca cantidad de asistentes
habituales, a pesar que es gratis leer en ellas. Lo que es gratis, si no gusta
no se hace por ello más deseable, ni más buscado ni consumido. No gusta
demasiado al español medio leer y, como justificación, se echa la culpa a la
política educativa, al alto precio de los libros, a la crisis económica, etc.,
etc.,<br />
<br />
Todo es una gran falacia, una gran mentira, pero la gente a la que no le gusta
leer –como no sea el Marca para seguir los resultados del fútbol, o las
revistas del corazón para cotillear en las vidas ajenas porque la propia es muy
aburrida- siempre utilizará cualquier excusa, antes que reconocer que no compra
libros ni lee (el 40% de los españoles reconoce que no lee ni un solo libro al
año) porque le aburre, le cansa y le hastía. Donde se ponga un partido de
futbol, una serie de televisión, un chat en internet o unas cervecitas con
tapas en cualquier bar con los amigos, que se quite todo lo demás. Incluido los
libros. Esos, desde luego, son siempre los primeros que se irían a paseo,
aunque fueran gratis.<br />
<br />
Todo los demás son cuentos chinos, aunque haya algunos que se los crean.<o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Ana Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3266018958473259456.post-23294134020760305352017-04-07T19:25:00.002-07:002017-04-07T19:25:36.801-07:00El escritor y su obra<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizjeN7Or_Z2yryjB-bERU8mrOzHdZsbfYQ6H3Z3GTlBMCud7JCQaUjDZDxU3bED263zPOoK8dNMvRQ3FPBHGqmxd48c31OpTHscw4tJP3AJigc5jLic8-gDFcYxfghiM-v4VkpkkjXLagT/s1600/eSCRITOR.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizjeN7Or_Z2yryjB-bERU8mrOzHdZsbfYQ6H3Z3GTlBMCud7JCQaUjDZDxU3bED263zPOoK8dNMvRQ3FPBHGqmxd48c31OpTHscw4tJP3AJigc5jLic8-gDFcYxfghiM-v4VkpkkjXLagT/s320/eSCRITOR.jpg" width="320" /></a><a href="file:///C:/Users/Ana%20Alejandre/Documents/EDITANET%20OCTUBRE%202016/ana-alejandre/index.html#523246a525012b316"><b>Ana
Alejandre</b></a><br />
<br />
Siempre se cree por los lectores, en general, que la obra literaria es una
forma de simple expresión de las ideas de su autor que utiliza la metáfora que
es toda historia narrada para expresar su propio ideario, dándole un armazón o
esqueleto estructural que le sirva de soporte formal y lógico a la narración.<br />
<br />
Sin embargo, la literatura, entendida como el conjunto universal de obras
escritas de ficción que narran historias de todos los géneros, no obedece sólo
al deseo de cada escritor de contar una historia que le interesa, le sorprende
o le conmueve, y a la que le da forma en su imaginario y desarrolla, después,
con su talento narrativo y sus recursos estilísticos, formales y estéticos,
hasta ofrecérsela al lector en forma de libro.<br />
<br />
Es mucho más compleja esa pulsión creativa de todo escritor, porque no escribe
únicamente con el fin de narrar una historia, esté o no inspirada en hechos
reales, sino que su origen viene desde lo más profundo de su psique y no es
otro que la necesidad de entender esto que llamamos realidad y, para ello, se
sirve de esa pequeña muestra o franja de la realidad de ficción que es el
argumento de la obra literaria, para intentar llegar a entender así al mundo, a
las siempre complejas relaciones humanas, al misterio que representan la vida y
la muerte, el paso del tiempo, el amor y el desamor, la soledad, la felicidad y
la desdicha que son, al fin y al cabo, los arquetipos universales que aparecen
en toda obra literaria de una forma u otra. Y, sobre todo, de entenderse a sí
mismo que es el micromundo más cercano y desconocido para todo escritor.<br />
<br />
La obra literaria, pues, toma así una dimensión nueva: la de servir de
experimentación para el escritor que, a través del proceso de escritura, va
intentando responderse a todas las incógnitas que esos temas universales antes
referidos le van sugiriendo, y que son permanentes a lo largo de las
generaciones, como si de misterios insondables se tratara y a los que parece
que nunca se encontrarán respuestas válidas pero siempre necesarias.<br />
<br />
A pesar de la imposibilidad de encontrar respuestas válidas para tantas
incógnitas, todo escritor aspira a crear una obra cumbre, una obra que contenga
las claves que permitan descifrar esos enigmas que son inherentes a la
humanidad y que, a pesar del cambio de épocas, generaciones, costumbres y
modas, siguen estando vigentes como enigmas perpetuos a los que todo escritor
aspira a llegar a descifrar, aunque sea de forma fragmentaria; pues, en una
sola obra literaria, o en el conjunto de todaS las creadas por cada autor, no
puede contenerse todas las preguntas inherentes a tantos misterios que rodean
al ser humano y las probables respuestas a todas ellas.<br />
<br />
Esta será siempre una labor que solo, paso a paso y de forma continuada, podrá
llegar a responder el ser humano de forma fragmentaria e incompleta, de acuerdo
a su talento y maestría narrativa. Sabe de antemano que es una labor conjunta,
a pesar de que la literatura y su ejercicio es un trabajo solitario, sumando
obra a obra de todos los autores, de todas las épocas y lenguas, como se juntan
los granos de arena para formar un desierto en el que el conjunto final va
dando sentido, valor y forma global a cada uno de esos granos que lo conforman,
y que por sí solo carecería de todo significado.<br />
<br />
La literatura no es más que el ensayo que todo escritor hace, ante el espejo de
su propia imaginación, para intentar ofrecer, al menos, una sola respuesta
válida que le permita comprender un poco mejor el gran enigma que es el mundo
complejo y caótico que lo rodea y en el que vive y descifrar así el misterio
que su propia humanidad representa para sí mismo. A través de la ficción, ese
mundo y los seres que lo pueblan le sirven de materia prima para realizar su
obra, para experimentar con esa realidad falseada, trasunto de la verdadera. Si
el pintor o el escultor recrean la imagen que perciben del exterior de forma
plástica en el lienzo o en el mármol; el escritor investiga en cada obra
literaria para hallar la posible clave que descifre la gran incógnita del mundo
y su oscuro significado, del ser humano y su misterio siempre inherente a su
condición de tal, y el de la propia sociedad que es el conjunto de individuos
que la habitan.<br />
<br />
Es esa sociedad la que, por cercana, no es por ello menos extraña, caótica e
inexplicable, pero cuyo estudio es siempre necesario e imprescindible para el
escritor en su condición humana y, por tanto, de animal social; y, también, en
su condición de escritor, de investigador, a través de la literatura, de ese
enigma siempre fascinante que representa el propio ser humano que él mismo es y
que no, por ello, conoce mejor que al insondable e infinito universo en el que
habita.<br />
<br />
La literatura es un simple espejo en el que el mundo y los seres que lo pueblan
aparecen reflejados en el azogue temporal de cada obra, con mayor o menor
acierto y relieve; con mayor o menos profundidad de imagen, porque el talento
del escritor y su maestría narrativa, a modo de objetivo de una cámara
fotográfica, será quien difumine o recree la imagen con más o menos nitidez, de
tal forma que la humanidad plasmada en la obra en cuestión pueda hacer vibrar
al lector porque en alguna de esas criaturas de ficción se reconozca, reencuentre
e identifique.<br />
<br />
Sólo así, cuando la ficción atraviesa la realidad con el dardo de la verdad, de
la emoción y de la verosimilitud, es cuando el escritor siente que su esfuerzo
y su trabajo de creación han merecido la pena. Entonces nota que, desde las
páginas de la obra que ha escrito, le mira un ser creado por su imaginación,
por su talento y capacidad creativa, pero no es un mero personaje de ficción,
un ente irreal que nace y muere en las páginas de un libro, sino un ser dotado
de humanidad, de carne y hueso incorpóreos pero tan real, tan auténtico que oye
el latido de su corazón y puede llegar a sentir miedo de que ese personaje
cobre vida física y pueda salir de las páginas del libro para sentarse ante él
y preguntarle:¿Para qué me has creado?. Ahora estoy aquí y mi destino te
pertenece". Es entonces cuando siente que el acto de creación literaria es
igual que el de cualquier demiurgo que puede dar y quitar la vida. Esa vida que
ahora la demanda una criatura de ficción que le exige atención, cuidado y
comprensión. El escritor no le puede decir que lo ha creado para intentar
comprender algo, una de las muchas incógnitas que la realidad le ofrece, una
determinada conducta, una cierta forma de pensar. Que es simplemente el
producto de una experimentación psicológica, sociológica o un capricho de
autor. Tampoco puede aceptar el escritor que esa vida que el personaje
transmite y esa credibilidad es mayor cuanto más ha puesto de sí mismo, de su
propio yo, de su subconsciente, de sus miedos, esperanzas o deseos
insatisfechos.<br />
<br />
Desde ese momento, el escritor siente que el personaje ya no le corresponde,
sino que es él el que le pertenece a esa criatura de ficción con la que firmado
un pacto de por vida -la vida del escritor-, porque ese personaje se convierte
así en un alter ego del autor que le acompañará siempre y le exigirá ser tenido
en cuenta, oído, respetado y atendido, por lo que reaparece en muchas de sus
obras siguientes. Y, sobre todo, le sobrevivirá y seguirá hablando, actuando,
viviendo en cada libro de su autor, y al hacerlo, será ese personaje de ficción
el que explique, analice y revele más de su autor que él mismo hizo en vida. Al
crear a un personaje, es el propio esritor el que está explicándose a sí mismo,
analizándose y manifestando su propia idiosincrasia de forma involuntaria. En
todas esas criaturas literarias se encuentran muchas parcelas de sí mismo que
ni siquiera conoce, muchos aspectos que ignora de su propia personalidad, y ese
latido de verosimilitud que subyace en el personaje creado es una segregación
de su propio yo, sublimado en una criatura de ficción a la que pone nombre y
circunstancias ajenas para así separarla de sí mismo, de su propia
personalidad, para convertirlo en "otro", en alguien distinto a si
mismo, aunque intuye y teme que ese ser ficticio es más verdadero, más real
cuanto más se parece a él, a una parte escondida de sí mismo que sólo el
escritor conoce, identifica y, quizás. teme.<br />
<br />
Toda creación literaria, toda obra de creación no es más que un intento de
comprender el mundo; pero, sobre todo, el propio mundo interior, el propio yo
con su contradicciones, claroscuros, miserias y grandezas. No existe un
universo más desconocido y misterioso que el que yace en el corazón de cada ser
humano. El escritor intenta bucear en él para, por fin, poder llegar a
encontrarse consigo mismo, con ese misterio que subyace en el alma humana que,
mientras más próximo está, es más insondable y, por ello, más fascinante y
temible.<br />
<br />
El escritor al escribir no quiere contar sólo una historia por atractiva que
pueda ser, sino que intenta comprender la suya propia a través de los
personajes de ficción, meros trasuntos de sus propias pulsiones, tendencias
reprimidas, deseos insatisfechos y obsesiones. Sólo así, alejándose del propio
yo a través de las diversas criaturas de ficción, va encontrando, aunque no
siempre. las posibles claves que le permitan comprenderse a sí mismo y,
también, al mundo circundante en el que vive y en el que se siente igual de
perdido y solo que cualquiera de sus personajes, reflejos bastardos de su
propio yo a los que exterioriza para poder comprenderlos, asumirlos y
aceptarlos. y, a la vez, le sirven de catarsis, liberación y exorcismo.</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ana Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3266018958473259456.post-91519151285459550702016-09-08T16:16:00.000-07:002016-09-08T16:22:59.942-07:00El premio Planeta, los escritores y la literatura<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><a href="http://www.anaalejandre.com/">AnaAlejandre<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvmNwKD8GVZjXKV_upW0iUy8UolosRGRgfPURRkeO8Z6gt0PFyjgpuAG9dlvEWXORunG3QrzlPDRg-vT2sz3E8r0-ZfSXI5dKK2lz32R7DPqlXveX3WMyo9k6K5ZkJ4_30Urh9XjBO6Wik/s1600/Premio+Planeta+2015.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvmNwKD8GVZjXKV_upW0iUy8UolosRGRgfPURRkeO8Z6gt0PFyjgpuAG9dlvEWXORunG3QrzlPDRg-vT2sz3E8r0-ZfSXI5dKK2lz32R7DPqlXveX3WMyo9k6K5ZkJ4_30Urh9XjBO6Wik/s320/Premio+Planeta+2015.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alicia giménez Bartlett, ganadora del Premio Planeta 2015</td></tr>
</tbody></table>
</a><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El Premio Planeta 2015 ha
sido concedido a la escritora Alicia Giménez Bartlett, por su novela <i>
Hombres desnudos, el pasado </i>15 de octubre, fecha ya unida
indefectiblemente a este premio literario al que se podría denominar el de las
tres “c” por ser el más controvertido, criticado y comercial de las letras
españolas.<br />
<br />
Creado por José María Lara, fundador del Grupo Planeta, allá por 1952 para
promocionar a los escritores españoles y dotado con 601.000 euros en la
actualidad, lo que le hace ser el premio más importante en términos económicos
dentro del panorama editorial español. Además de su supuesta índole literaria,
se ha convertido en un acontecimiento social indudable, por lo que cumple a la
perfección el fin para el que fue creado: ser una plataforma de difusión y
publicidad de las obras y escritores premiados, ganador y finalista, que no
tiene parangón en el ámbito nacional.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">.En esta última convocatoria
de la que ha salido ganadora una escritora no demasiado conocida por los
lectores, en general, a pesar de contar en su haber con gran cantidad de
premios como son el Premio Femenino
Lumen y Grinzane Cavour, en Italia, y Raymond Chandler en Suiza, así como el
Premio Nadal,en 2011. A pesar de que
este codiciado premio por su elevada
dotación económica, se está concediendo a escritores de cierto prestigio
en los últimos años, no deja por ello de
recibir las críticas cada vez más aceradas sobre la idiosincrasia de este
premio literario y los métodos y maneras de su concesión, que no obtiene ahora,
como en décadas pasadas, el silencio cómplice de algunos o indiferente de
otros, porque cada vez se oyen más voces disidentes contra este galardón que
parece tener visos de ser un mero producto comercial y de mercadotecnia, y poco
o nada de acontecimiento literario.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La característica más
sobresaliente de este premio que ya
nadie intenta callar, es que es un premio que parecer ser más un nombramiento a
dedo del ganador, que el resultado legítimo de una pugna entre obras
presentadas y elegida por el jurado por su calidad u originalidad. Esta
concesión del premio "a
dedo" al que aludo, al igual que sucede con ciertos cargos políticos que
nada tienen que ver con la idoneidad del elegido para el puesto a desempeñar,
sino por la oportunidad de su apellido, relaciones, patrimonio, etc., le supone
al escritor premiado una gran publicidad al tener que cumplir, después y
durante un cierto tiempo, con todos las exigencias y molestias que derivan de
sucesivas presentaciones, firmas,
entrevistas y un largo etcétera que sirven de telón de fondo y de gran campaña
publicitaria a favor de la obra ganadora, del autor y, por supuesto, de la
editorial Planeta. Todo ese despliegue de publicidad sin parangón en el mundo
literario, intenta acallar las críticas que esa designación del escritor premiado (al igual que sucede con el
finalista, por lo que al aludir al primero también aludo al segundo), porque, en
muchas ocasiones, es anterior no sólo a la ceremonia de designación, sino a la
propia convocatoria del premio de cada año y posterior a la fecha de cierre de
admisión de originales., Así con esta gran campaña publicitaria, la editorial
tapa los rumores y quejas sobre el
siempre turbio escenario de intereses que se esconde detrás de este premio
apabullante en su dotación económica.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por esa mala prensa que
tiene el Premio Planeta, muchos prestigiosos escritores se niegan a presentar
una obra al mismo, por el temor a perder su prestigio literario. Y cuando un
escritor célebre cede a la tentación dineraria que supone el preciado galardón -mientras más afamado sea como escritor y goce
de un mayor reconocimiento es cuando más problemas tiene para justificar el
haber aceptado dicho premio-, tiene que hacer uso de las excusas más peregrinas
para justificar su caída en la tentación económica que le ha supuesto
presentarse a dicho premio. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Este fue el caso de Eduardo
Mendoza cuando explicaba que se había presentado al Premio Planeta en 2010,
porque al ya fallecido José María Lara le decía que se presentara a convocatorias
anteriores de dicho premio y Mendoza le respondía que si no lo hacía es porque
“no tenía nada”, en alusión a que no tenía ninguna obra escrita y disponible, a
lo que Lara le respondía “ lo que no tienes es un par de cojones para
presentarte”. Y, según decía Mendoza en la entrevista que le hicieron para La
Vanguardia al día siguiente de la concesión del premio Planeta de 2010, “llegué
a pensar que era verdad” y sólo faltó que añadiera que, para demostrarle a
título póstumo a Lara que estaba equivocado, se presentó con la obra
ganadora <i>Riña de gatos</i>, además de añadir otras cuestiones
peregrinas sobre el papel de la literatura en una sociedad mediática como la
actual.<i> </i>Todo un ejercicio de malabarismo intelectual para
justificar que la razón económica
primaba en su decisión de caer en la más absoluta comercialidad, por encima de
otras razones inexistentes. .Además, y de forma generalizada, más o menos,
vienen a decir todos los ganadores, con una trayectoria literaria consolidada, la
conveniencia de acceder a un mayor mercado de lectores, además de la gran
publicidad que este premio conlleva y la proyección que tiene tanto dentro como
fuera de España el famoso Premio Planeta y un largo etcétera de justificaciones
que, aunque son reales, suelen ocultar la verdadera e irresistible atracción
fatal que ejerce sobre ellos y que no es otra que los 601.000 euros que
permiten tener una buena temporada de tranquilidad para dedicarse a escribir
obras serias o para pagar algún que otro capricho. O sea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No hay que buscar otras
explicaciones para justificar que cualquier escritor reconocido, de gran
prestigio literario, excelente prosa y un gran número de lectores, se haya
presentado a este controvertido premio, porque salta a la vista, al igual que
en otros casos similares: la altísima dotación económica, sin más artificios ni
martingalas. Aunque, claro, eso no se va admitir por ninguno de ellos de forma
explícita.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La lista de premiados de los
últimos años, por citar unos pocos, es esclarecedora, porque en ella aparecen
nombres tan consagrados en la literatura como los de Maria Vargas Llosa (1993)
por <i>Lituma en los Andes,</i> Camilo Jose de Cela (1994) por <i>La
cruz de San Andrés</i>, Juan Manuel de Prada (1997) por <i>La tempestad;</i>Alfredo
Bryce Echenique (2002) <i>por El huerto de mi amada</i>; Juan José Millas
(2007) por <i>El mundo</i>, ;Álvaro Pombo (2006) por <i>La fortuna de
Matilde Turpín</i>; Fernando Savater (2008) por <i>La hermandad de la
buena suerte</i> y Lorenzo Silva, por <i>La
marca del meridiano</i> (2012); junto a otros tan dispares y alejados de una
firme trayectoria literaria, en el momento en el que le fue concedido el Premio
Planeta, como son Carmen Posadas (1998) por <i>Pequeñas infamias</i>, o la
entonces desconocida Espido Freire (1999) por <i>Melocotones helados;</i> y
María de la Pau Janer (2005) por <i>Pasiones romanas</i>, libro que desató
las iras del miembro del jurado y escritor Juan Marsé, irreductible en su
independencia de criterio, por ser la obra designada como ganadora, lo que
provocó su dimisión como miembro del jurado, afirmando que se había premiado “a
la novela menos mala”.<br />
<br />
Aunque hay muchas voces disidentes, es curioso que quienes más critican a este
premio son quienes se han presentado al mismo y no lo han conseguido, porque
aquellos que siempre se manifestaron en contra del susodicho galardón, cambian
de opinión radicalmente cuando salen premiados, a pesar de todas las dudas y
sospechas que suscita el entramado de este premio. Naturalmente, los que
disfrutaron de tan suculenta bolsa, cuando pasan los años y ya no tienen
obligación de manifestarse a su favor por el contrato editorial consiguiente,
vuelven a arreciar las críticas, más o menos encubiertas, contra el mismo
porque el dinero ganado y ya gastado, y la fama volátil y siempre perecedera
que ofrece el Planeta, como cualquier otro premio de la misma índole comercial,
no se sostiene por sí sola si no va acompañada del rigor, la profesionalidad y
el talento narrativo para aprovechar el impulso que, sin duda, da este
millonario premio para seguir con una brillante carrera literaria. Sobre todo,
cuando la obra premiada y su autor no tienen más méritos que los intereses
económicos que están en liza y que lo han elegido como ganador de un premio que
sólo puede servir de trampolín con el fuerte impulso inicial, pero no sujetar
en la cima de la fama a quienes no demuestren después con sus obras posteriores
su condición de escritor genuino y con talento.<br />
<br />
No hay que olvidar que el Grupo Planeta está formada por más de cincuenta sellos
editoriales de dentro y fuera del país, por lo que es un emporio que permite a
muchas editoriales absorbidas por dicho grupo empresarial poder seguir adelante
en plena crisis económica, inyectándole la potencia empresarial, económica y
publicitaria que las pequeñas o medianas editoriales no pueden asumir y seguir
así con sus proyectos, dentro de la gran variedad de publicaciones, géneros,
autores y potenciales lectores a los que van dirigidos la intensa, constante y
variada producción editorial de este gigante como es el Grupo Planeta, al que
sirve de mascarón de proa la propia editorial Planeta que le da nombre.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El Premio Planeta no premia
la calidad literaria de una obra, cuestión ésta sabida y aceptadas por todos a
regañadientes, pero no hay que olvidar que la obra premiada es sólo una excusa
para hacer que el libro, como medio de transmisión cultural, sea noticia de
forma constante, año tras año, y atraiga a cientos de miles o millones de lectores
en todo el mundo hispanohablante que se ven tentados de comprar la obra
ganadora, por eso de la publicidad, y no por su hábito lector, fomentando así
la lectura, la presencia del libro en los medios de comunicación como un objeto
de deseo, ya que lo que no se anuncia no existe en esta sociedad banal y de
consumo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En esta época de crisis
económica que arruina empresas, proyectos y vidas, hay que reconocerle un
mérito innegable a la editorial Planeta que realiza esta impresionante campaña
de mercadotecnia, porque quien publicita un libro y lo convierte en un bien
apetecible para el lector, no sólo está beneficiando económicamente a las
ventas de la obra en sí, al autor y a la editorial, sino que está permitiendo
que en esta sociedad tecnificada en la que se editan muchos libros que nadie
llega a saber que existen, se lee tan poco y se prefiere otros medios
audiovisuales como transmisores de información y diversión, el libro no
desaparezca del imaginario del ciudadano como bien de consumo y, por ello, de lectura.</span><br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El Premio Planeta tiene un
papel importante que cumplir y no hay que exigirle más de lo que ofrece, aunque
no sea buena literatura. Quizás el premio Planeta sea merecedor del premio al
fomento de la lectura. Quien compra hoy un libro ganador de este premio, mañana
comprará otro de otras editoriales, de otros autores, mejores, iguales o peores
en calidad literaria., pero libros al fin y al cabo. Sería demasiado pedirle
que ofreciera todo en uno: calidad literaria, gran dotación económica, gigantesca
campaña publicitaria para los autores y tiradas de cientos de miles o millones
de ejemplares.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El papel que desempeña el
Premio Planeta de creador de best-seller es suficiente en una sociedad en la
que el libro está dejando paso a otros medios que le van ganando terreno y esto
es encomiable. Aunque, según afirmaba Francisco Umbral: «con la muerte del
estilo viene la muerte de la literatura que es lo que representan los grandes
best-sellers». Lo malo es que este autor de gran calidad literaria, tenía un buen
estilo, sin duda alguna, pero desgraciadamente, no tenía muchos lectores. Le
sucede lo contrario a Arturo Pérez-Reverte, al que aquel le negaba también el
estilo, pero sí tiene infinitos lectores.<br />
<br />
El lector debe elegir qué libro leer, en uso de su libertad de criterio, y el
Premio Planeta lo único que puede ofrecer al lector es la presencia sonada,
publicitada en grado sumo, tiradas millonarias y obras de escritores conocidos,
en la mayoría de los casos; pero, en cuanto a la calidad de la obra premiada, es
responsabilidad exclusiva de cada escritor que acepta llevarse el premio
cuantioso y ofrece a cambio, en la mayoría de los casos, un bodrio literario.<br />
<br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ana Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3266018958473259456.post-49430006189239571412015-12-03T04:37:00.001-08:002015-12-03T04:37:37.078-08:00El papel del libro en papel<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><a href="http://www.anaalejandre.name/">Ana Alejandre</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizmfIsbTlfHvMMUiuR5njPS5VQq8YLxXfkG3EuHCT9nO4GVYnaq9Sk1txv8TWgRxpqxzKIR-NJwQYgx5nZqp23aMgNbjlJqlliplzN9_eyXCKscN6O78wHiaz8wjER0hmxO7JDwQuVl7Mu/s1600/libros-papel_184.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizmfIsbTlfHvMMUiuR5njPS5VQq8YLxXfkG3EuHCT9nO4GVYnaq9Sk1txv8TWgRxpqxzKIR-NJwQYgx5nZqp23aMgNbjlJqlliplzN9_eyXCKscN6O78wHiaz8wjER0hmxO7JDwQuVl7Mu/s320/libros-papel_184.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para
los que somos lectores compulsivos y defensores a ultranza de los libros
impresos en papel, y en contra del libro electrónico, es una buena noticia,
refrendada por los datos del sector editorial que lo demuestran, que el libro de papel empieza a
remontar la caída en sus ventas que se apreciaba en años anteriores y es el libro
electrónico el que comienza a bajar la cifra de sus ventas que en España sólo
supone un modesto 5% del total de libros vendidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Pero este fenómeno no se da sólo en
España, sino que tanto Estados Unidos como en el Reino Unido (en EE.UU <span style="background: white;">el
libro digital empezó el 2014 con el 23% y acabó con el 21%<span class="apple-converted-space">, y</span> el número</span>
<span style="background: white;">de libros impresos sube un 2,4%).</span> Dichos datos demuestran que el libro en papel
empieza a tener un ligero pero continuado ascenso en sus ventas y, por el
contrario, el libro electrónico empieza a sufrir un descenso lento pero
constante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En España el libro electrónico tiene
una escasa aceptación, pues según la encuestada realizada por el CIS, en el
pasado mes de diciembre, entre 2.477 personas mayores de 18 años, un 79,7% de
los lectores afirman que prefieren leer libros en papel que en lectores
electrónicos. Dicho porcentaje aumenta hasta el 80,1% en las edades comprendidas
entre los 18 y 24 años, mientras que el porcentaje de lectores españoles que
tienen escasa o nula intención de leer libros electrónicos en el futuro alcanza
el 48,6%, lo que habla de la poca atracción que los libros electrónicos ejerce
sobre los lectores españoles y que confirma la bajada tanto en publicación en
tinta electrónica que se está produciendo en nuestro país, como la bajada en
ventas de libros electrónicos que supone que<span style="background: white;">, el 79,7% sigue leyendo principalmente en papel y sólo el
11,1% lo hace en formato digital. El 8,7% de lectores lo hace en los dos por igual. El
libro electrónico en España sólo supone un modestísimo 3,7% de las ventas en
total.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Esta
evidente resistencia que tiene el libro en papel frente al libro electrónico
parece deberse, según numerosos estudios, a que las lecturas realizadas en
libros en papel se retienen mejor en la memoria que lo leído en las pantallas
de tinta virtual. Un informe de la University of Texas Southwestern Medical
Center, afirma que leer antes de dormir en una pantalla activa (que emite luz
como las de las tabletas y smartphones) altera el ritmo biológico y puede
provocar un cierto retraso en conciliar el sueño. al dar sensación de estar más
activos y menos cansados y, por lo tanto, se produce una merma en el descanso
que resulta así menos reparador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Las
editoriales señalan, sin embargo, que el porcentaje irá compensándose en el
futuro en un 60% de publicaciones en papel y un 40% en formato electrónico, y
los más optimistas consideran que a medio plazo se alcanzara un 50% por 50% en
ambos formatos y que será el lector quien elija en qué formato leer según el
género, el momento, y la obra determinada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Sin
embargo, el papel del libro en papel seguirá siendo el predominante y tardará
mucho tiempo aún en que se vayan aproximando el porcentaje de ambos formatos,
porque el lector apasionado y constante, y que no sigue modas ni novedades en
el momento de leer que no sean la que ofrece la propia obra en sí misma y no el
artilugio o continente de ella, seguirá prefiriendo el libro en papel que es
el que ofrece no sólo el contenido
literario en sí mismo, sino una singular y exclusiva experiencia en la que el tacto del papel, el
olor de las páginas impresas, la singularidad que ofrece dicho formato a cada
obra y su particular diseño; la posibilidad de que después de leerlo se
convierta en un fiel acompañante siempre a mano a la espera de nuevas
relecturas, sin necesidad de pilas, enchufes, ni nada más que no sea la
curiosidad lectora y el deseo de adentrarse en la aventura siempre fascinante
que espera en las páginas de cualquier libro preferido por el lector, al que
nunca defraudará con su compañía silenciosa pero sonora que espera pacientemente a ser abierto para comenzar el
diálogo incesante entre libro y lector. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ese es el papel del libro y su magia, la que no
podrá nunca arrebatarle el libro electrónico por muchas prestaciones que
ofrezca (música, navegación por internet, correo, videos, etc.,) porque el
libro impreso en papel es suficiente por sí mismo, sin tener que ofrecer otras
posibilidades añadidas a la lectura de la mera obra literaria de cualquier género que ofrece
por sí misma el placer de leer. Ese placer que el libro electrónico, con sus múltiples
prestaciones audiovisuales, parece querer relegar al último lugar o convertirlo
en un accesorio más sin más valor que cualquiera otro, relegando a sí a la obra
literaria a un papel secundario que el libro impreso en papel realza,
singulariza y expone en todo su valor sin merma alguna..<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
Ana Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3266018958473259456.post-27369695793906188372015-09-29T06:49:00.000-07:002015-09-29T06:49:13.782-07:00Dinero, demogresca y oros podemonios, Juan Manuel de Prada<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZeUr7e_BZB70iUs1LIeLHV6jm1iI7y2b_DrbGNUFkWJMikduG4ILx_RClY0Uy09FvM_WknA8QLAVr_09y9B_x8V-ybQ1gsxH_NHNV68qKxYqN0465Bl_SAHH_nEs1Nj8uOmRNMKChO6Df/s1600/Dinero%252C+demogresca+y+otros+podemonios.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZeUr7e_BZB70iUs1LIeLHV6jm1iI7y2b_DrbGNUFkWJMikduG4ILx_RClY0Uy09FvM_WknA8QLAVr_09y9B_x8V-ybQ1gsxH_NHNV68qKxYqN0465Bl_SAHH_nEs1Nj8uOmRNMKChO6Df/s1600/Dinero%252C+demogresca+y+otros+podemonios.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dinero, demogresca y otros podemonios<br />,Juan Manuel de Prada, Temas de Hoy, 2015</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dinero, demogresca y
otros podemonios<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Juan Manuel de Prada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Temas de Hoy<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Barcelona, 2015, 265
pp.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Obra de reflexión
sobre la crisis de valores de la España actual y sus causas.<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><a href="http://http//www.anaalejandre.name">Ana Alejandre</a><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Juan Manuel de Prada
se califica a sí mismo como escritor “a contracorriente”, por eso no
puede extrañar el contenido de esta colección de artículos, en los que realiza
una constante crítica de esta sociedad, concretamente la española, a la que
califica como un pandemónium, lo que se
puede interpretar en su doble sentido o acepciones: primero como capital
imaginaria de reino infernal y, segundo, como lugar donde hay mucho ruido y
confusión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Aparecen los nuevos líderes de
facciones políticas con ínfulas de supuestos libertadores de la sociedad,
encarnados en políticos de extrema izquierda, los que proclaman la ruptura de
toda tradición como única forma de encontrar la libertad absoluta que debe
regir la vida de todo ser humano, pero, según el autor, a costa de perder sus
raíces, sus ideales y, por supuesto, toda visión espiritual de la vida que se
convierte sólo en una simple existencia en la que la búsqueda constante del
éxito material y el goce puramente venal y egoísta son los motores que mueven al
individuo, en una vida desarbolada de otras perspectivas más enriquecedoras y
trascendentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Hablar en esta época de valores
morales o religiosos es entrar en un camino tortuoso en el que pocos seguidores
encontrará y sí muchos detractores que, o bien se burlarán de las ideas
expuestas o, peor aún, se convertirán en enemigos feroces que despreciaran a quien
proclama tales ideas fuera de la realidad sociológica del momento y le
combatirán de forma sistemática y feroz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Pero sus ataques también van
dirigidos a la corruptela de todos los partidos políticos a los que llama los
“negociados de izquierdas o derechas”, a los que ataca con virulencia por su
búsqueda desenfrenada de cotas de poder donde conseguir un enriquecimiento
personal, y también de los aliados, lo más rápido posible, además de ofrecer a
los ciudadanos la única vía posible de
salvación que sólo puede venir de la prosperidad económica, como valor en alza
y exclusivo de toda sociedad moderna, en la que brillan por su ausencia los
valores morales, la ética y la más absoluta decencia particular y colectiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Sorprende, sin embargo, y aun
conociendo la trayectoria literaria de este escritor singular, que afirme que
esta falta de horizontes espirituales y morales proviene de que la sociedad ha
olvidado la realidad del pecado original y, por ello, la inclinación humana al
mal, lo que justificaría, o explicaría, la corrupción humana que se pone de
manifiesto en la política de forma más ostentosa y evidente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Según de Prada, el pecado original
es la principal causa de los males que nos aquejan y dice: “Hoy esta realidad
humana y teológica de evidencia incontestable se niega desde dos posturas en
apariencias antitéticas, pero íntimamente coincidentes: por un lado, se afirma
que el hombre es bueno por naturaleza y que le basta dejarse conducir por su
naturaleza para comportarse con rectitud; por otro, se sostiene que la
naturaleza humana está irremisiblemente corrompida y que al hombre no le queda
otro remedio sino sobrevivir como una alimaña en medio de alimañas” (pág. 37).
Así, la moral clásica alentaba a la pobreza y al repudio de los bienes
materiales, pero a lo largo de la Historia la moral cambió y de ahí proviene el
nuevo concepto antropológico y ontológico de la naturaleza humana. Todo ello
debido al declive paulatino del concepto del pecado original, lo que hizo que
las normas morales que lo sostenían se hicieron incomprensibles e innecesarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El escritor afirma que ambas visiones sobre el hombre
coinciden en darle prioridad a la autonomía humana. Sin embargo, el hombre
actual, al haber perdido toda fe en Dios, convierte al Dinero en un nuevo dios
al que hay que rendirle toda reverencia y, por ello, se convierte la búsqueda
de la prosperidad material en el fin que justifica los medios para alcanzarlo y
la propia existencia. Toda esa nueva moral se convierte así en la nueva
religión y los seres humanos, en vez de buscar su camino espiritual, se dedican
a buscar el camino más corto que le lleve hasta la prosperidad o riqueza como
finalidad última de la propia vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Todas estas consideraciones pueden resultar un tanto
extrañas o incómodas para muchos lectores que no aceptan que la religión, cualquiera
que fuere, les condicione su vida con preceptos y mandamientos. En una sociedad
laica en la que se proclama la libertad de conciencia y culto, tener como meta
de actuación de cualquier político lo que dice el dogma religioso -que
en España es mayoritaria y tradicionalmente católico-, sería como instalar la teocracia como sistema de
gobierno, lo que es impensable en una sociedad en la que se respeta cualquier
creencia, siempre que no imponga sus normas a los ciudadanos que libremente no
tienen fe en tal doctrina, haciendo uso de su propia libertad para creer o no
creer y no dejarse imponer creencias religiosas o ideológicas que no acepta
como válidas para sí mismo, aunque respete que otros las tengan y las vivan en
libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Juan Manuel de Prada intenta definir
que los males de esta sociedad vienen por el alejamiento de Dios y de su
mandamientos, aunque olvida que la conciencia individual es un lugar que no se
puede avasallar intentando que quienes
no son creyentes adopten y apliquen a sus vidas el ideario moral y religioso del
tipo que sea, porque la fe es un sentimiento, pero nunca se puede llegar a él a
través de la imposición ni del razonamiento lógico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Hay un cierto dogmatismo en la
exposición de las ideas de este escritor, -aunque bien sustentadas filosófica y
teológicamente-, dogmatismo en el que
impera más el deseo de demostrar que quienes no piensen igual y compartan las
mismas creencias están equivocados y perdidos en su propia ignorancia de la
verdad; lo que les ha llevado, y a la sociedad en su conjunto, a un callejón
sin salida. Además, se observa en sus textos constantemente una actitud
ciertamente despectiva de superioridad intelectual y moral que se manifiesta en muchos de los calificativos sobre el
conjunto de los ciudadanos, es decir, la criticada por él palabra “ciudadanía”,
que no comparte sus opiniones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Dicha actitud que
tiene poco que ver con el verdadero sentido
evangélico de amor y misericordia del que hace gala el verdadero creyente, pero
no dogmático ni soberbio, porque la consideración y el respeto al prójimo,
tenga o no la misma opinión o creencia, prima en su conducta y en su relación con los demás. Las conciencias
individuales son sagradas y en las que no se puede entrar de forma imperiosa ni
dogmática, porque en el corazón del
hombre está la raíz de esa libertad individual en la que se basa el
libre albedrío para decidir en qué creer o qué pensar, sin imposiciones ni
mandatos, aunque para otros esté cayendo en el más absoluto error.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Su animadversión a lo que llama “partitocracia” es
evidente en esta obra, y que no es otro este término de nuevo cuño que la
definición del régimen político en el que los partidos políticos se disputan el
poder a través de las elecciones, lo que viene a ser lo mismo que la
articulación fáctica de toda democracia, en la que los partidos representan las
diferentes ideologías que subyacen en toda sociedad humana, y de las que los
votos de los ciudadanos expresan, por la mayoría alcanzada por alguno de los
partidos o por los pactos correspondientes, el deseo de que les gobierne tal o
cual partido o facción de forma alternativa, pues no existe gobierno que sea
definitivo en ningún país occidental y democrático, haciendo así posible que
las minorías puedan estar representadas en los órganos legislativos como son el
Parlamento y el Senado, pudiendo así controlar y evitar, aunque no siempre de
forma efectiva, el abuso de poder de todo Gobierno mayoritario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sobre la “partitocracia” escribe: “Es la partitocracia la
que es constitutivamente corrupta, porque en ella los políticos dejan de ser
representantes políticos para convertirse en una casta cuyo fin primordial es
la acumulación de poder. Pruebas manifiestas de ese mal constitutivo de la
partitocracia las tenemos por doquier: así por ejemplo, en la efectiva anulación
del principio de separación de poderes o
en la injerencia creciente de la política en la función pública o en la
incorporación de las élites partitocráticas a los consejos de administración de
grandes corporaciones y empresas.”” (Página 42). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Habría que preguntarse si no recuerda este autor cuando en el Régimen franquista la Iglesia y el Estado formaban una alianza de
poderes a través de los Concordatos, en la que el poder temporal (político) y
el poder confesional (Iglesia) eran los únicos que ejercían el poder absoluto
de forma conjunta en sus respectivos campos de acción, aunque entre ellos
existía tal imbricación que era imposible separar a uno del otro. Esto provocaba que en el ejercicio político,
legislativo y judicial no se admitían a quienes no fueran adeptos a la
ideología política dominante o a la creencia religiosa, y sus detentadores actuaban
de forma conjunta y excluyente, impidiendo que, quienes no aceptarán a la una u
a la otra o a ambas, no pudieran tener ninguna posibilidad de expresar su
opinión ni acceder a ningún cargo público o privado que les estaba vetado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A pesar de los males que pueda representar la democracia
con todos sus defectos -como tiene toda
obra humana-, en la que es inevitable la ·”partitocracia”, producto correspondiente
de la existencia de aquélla, siempre es más conveniente y deseable para toda sociedad
vivir bajo un régimen democrático que bajo uno totalitario, porque el primero
defiende la libertad de conciencia, de
creencia e ideología, de expresión de las propias ideas, entre otras muchas
libertades fundamentales del individuo, logros que ha costado muchos siglos
llegar a conseguir ver legislados y reconocidos y que, en definitiva, consagra
la libertad del individuo –dentro de los límites reales que la naturaleza
humana tiene y que son muchos-, y siempre con respeto a la legalidad vigente,
para ser, pensar y actuar en el mundo según su criterio, sus capacidades, sus
ideales o sus creencias o su falta de éstas; porque la conciencia humana es un
territorio acotado y el límite que nunca se debe traspasar para intentar manipular, bajo consignas de que
todo se hace para el bien material, moral o espiritual de cada individuo que
tiene pleno derecho a buscar por sí mismo el sentido a su vida, a su destino en
este mundo o en el ultra terreno -para
los creyentes-, sin imposiciones, ni exigencias de cambiar de ideas, por no ser
válidas las que tenga, según el criterio de todo salvador de conciencias y vidas ajenas que quiere marcarle el
camino bajo el pretexto de que, quienes
no piensan o creen igual que el salvador de turno, viven en el error y en la
nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Es por ello que la democracia y sus muchos males siempre
será mejor que un sistema de gobierno, sea el que fuere, en el que quien
ostente el poder obligue a los ciudadanos a pensar de una determinada manera
–lo que es completamente imposible en la realidad y sólo se consigue la
ficticia adhesión que provoca el miedo-, o a prohibir todo tipo de
manifestación contraria a la idea dominante, ya sea política, religiosa o de
cualquier otra naturaleza. No hay que olvidar los regímenes comunistas vigentes
aún en algunos países y los abusos que estos llevan a cabo sobre sus ciudadanos
que son llamados disidentes. Y tampoco los terribles sucesos que protagoniza el
Estado Islámico que va sembrando de terror, muerte y desolación a los países en
los que ha entrado para aniquilar a todos los que no piensen y acepten el
fundamentalismo islámico como su única forma de vida, pensamiento y fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La falta de libertad de pensamiento, o expresión del
mismo, es tratar a cada ciudadano como a un menor de edad o incapaz a quien hay
que llevar de la mano para indicarle cuál es el mejor camino posible para él,
siempre y cuando se deje dirigir por quien se cree en posesión absoluta de la
verdad, lo que es la mejor demostración de absolutismo en las ideas sin
fisuras. Y todo absolutista es siempre un dictador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El autor de esta obra apoya sus ideas y comentarios en
autores como Donoso Cortés, Heidegger,
George Orwell, Chesterton y un
largo etcétera. De Donoso Cortés comenta que quien fue consejero de la Reina María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII,
“…nos enseñaba que no hay ningún error contemporáneo que no entrañe un error
teológico”. Lo que dicho así puede tener sentido para los católicos de la época
en la que fue expresado, en la primera
mitad del siglo XIX, pero es inadmisible para la sociedad actual tal argumento
que provenía de un político cuyo pensamiento </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">fue evolucionando desde un tibio liberalismo hasta un
patente reaccionarismo con claras connotaciones ultracatólicas y místicas.
Ideas que eran apropiadas para la época en la que vivía, pero resultan
inviables en una sociedad moderna en la que la propia Iglesia está viviendo una
profunda transformación desde el concilio Vaticano II, lo que está poniendo aún más de relieve la llegada del Papa
Francisco, además de que la sociedad está cada vez más ajena a la religión y
apuesta por un laicismo imparable, guste o no a los creyentes que sólo podemos
y debemos respetar a los que no lo son, al igual que exigimos respeto a nuestras
creencias.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Es sorprendente leer frases como
esta:” Una política que reconociese la existencia del pecado original, en lugar
de donarse con las plumas de pavo real de la virtud, empezaría por limitar su
jurisdicción a las puras labores de representación política, en aceptación del
mandato que recibe de sus representados. Y una vez limitada su jurisdicción a
la pura representación política, suplicaría el auxilio divino”. Habría que
preguntarse si el auxilio divino, según este autor, debería venir de los
consejos de un director espiritual al dirigente político en cuestión, con lo
que se afirma la idea de que así la Iglesia tendría una nueva parcela de poder
en lo terrenal inapropiada en un Estado que se declara no confesional. Parece
escrita la frase antes mencionada en otro tiempo, en pleno siglo XIX, en el que
la sociedad tenía una mentalidad completamente diferente a la de ahora, debido
a unas circunstancias sociológicas, políticas, religiosas y económicas que no
tienen nada que ver con la realidad actual y la complejidad de la sociedad
moderna en su conjunto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
esta obra, también se advierte una
evidente tensión, propia de quien sabe que lo que está diciendo no será
aceptado por muchos, lo que parece crearle una sensación de amargura ante la
ceguera de los hombres que no comprenden
ni aceptan la verdad de sus palabras y, por ello, siente un total
pesimismo ante el futuro de una sociedad que no le importa ir por el camino
errado, a juicio del autor, para satisfacer sus deseos de placeres inmediatos,
aunque para ello se conviertan en esa sociedad aborregada en la que falsos
gurús le prometen la felicidad a través de la consecución del éxito material y
sus falsos espejismos.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Juan Manuel de Prada posee un prosa depurada y exquisita,
pero en esta colección de artículos sobre los problemas de la sociedad actual, ese virtuosismo está al servicio de una
permanente y férrea convicción de que los ideales del pueblo español están
subvertidos por el materialismo imperante, la falta de ideales morales y éticos
que provienen de su propio laicismo y su incapacidad de reaccionar contra los
males que padece y que actúan como un somnífero que acalla las conciencias;
pero, olvida de Prada que la conciencia
individual de todos y cada uno de los ciudadanos es territorio inexpugnable en
el que sólo tiene poder y soberanía el propio individuo como manifestación de
su capacidad de libre albedrío que le es
consustancial a su propia naturaleza de ser racional. Incluso, si ese mismo
libre albedrío le lleve al error y a la perdición, según otros criterios,
porque es un precio obligado a pagar que revalida la libertad del individuo que
es su único y más valioso patrimonio, siempre irrenunciable.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
Ana Alejandrehttp://www.blogger.com/profile/05474990692366548337noreply@blogger.com0